Leandre
Rien à dire
Para poner en forma el cuerpo la gente va al gimnasio. Para poner en forma la mente nada mejor que un espectáculo de Leandre. Este mimo excepcional utiliza el público como un elemento más de su universo imaginario. Es capaz de organizar una guerra de calcetines con los espectadores y en un momento dado sentarse a contemplar poéticamente la batalla sin que nadie le eche en falta. No hay un espectáculo igual.
«Rien à dire» cautiva por su inocencia y su humanidad. Jugar, jugar, jugar. Mesas que cojean, espejos extraños, armarios con sorpresa, divertidos equilibrios… Quedar embobado de tanta imaginación.